Entre los kilómetros y el bicho no logran que esto se esfume, al contrario solo consigue que se intensifique y entre palabra y palabra imaginemos encuentros lejanos.
Y lo tangible se hace secundario cuando el deseo hace presencia... Sabemos que larga es la espera pero haciendo caso omiso seguimos soñando con nuestro próximo encuentro.
No llega a relación aunque me mantiene atrapada con la cuerda muy suelta… cada uno hace de su culo un pito pero ahí estamos siempre que nos reclamamos y lo más extraño es que me llena.
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