Revivir, renacer y agradecer haberme librado de mis monstruos. Los grandes y los pequeños, inventados o reales escondidos tras una apariencia majestuosa y enigmática.
Fue necesario su caída para poder quitarme la venda delos ojos y reconocer una realidad qué duele en lo más profundo pero que a su vez da lugar a una nueva aigua.
Hoy en calma agradezco su partida
No hay comentarios:
Publicar un comentario