... y de repente, entre cacerolas y sartenes, siento un cosquilleo entre las piernas…
No se qué fue primero pero en mi cabeza, apareció él con su lengua inquieta saboreando mi clítoris enardecido…
Mis manos que lo guían, su pelo alborotado…
Ufff, al baño que me fui…
Y recorde, aún no sé porque, el efecto de la pasta de dientes sobre mi zona más sensible, aquella sensación que experimente alguna vez y sin más lo repetí… ardor, frescor y mis dedos, al frenético ritmo de alguna canción en el auricular…
Gemidos mudos e inevitable explosión de placer, en mi primer orgasmo del año.
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