Hay veces que es mejor callar que debatir o eso al menos pienso yo, dejar que el aire corra y ya se hablará cuando tenga que ser...o no.
Por ejemplo cuando no se tiene un argumento válido ya que derecho ninguno pero sensaciones muchas y de lo más variadas. Entre ellas la incomodidad que no mola nada y que produce rebeldía o malestar o mejor dicho, rebeldía por el mal estar.
Siempre sin olvidar que uno es el que genera sus propias emociones y si no las gestiona bien acaba en conflicto interno y externo.
Así que a otra cosa mariposa y a disfrutar de la vida que son dos días.
Mucho decir y poco controlar... Se fue todo a la mierda!
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