Vaya, vaya!
El primero que atrapa mi atención y tenía que llegar con la mochila tan cargada que evidentemente es para dar media vuelta y salir corriendo.
Y qué hago yo?
Quedarme y esperar a ver cómo todo se complica. Es que no hay caso, soy masoca y no es que me haga mucha gracia.
La suerte es que soy consciente de ello, al menos el desastre no me pillará desprevenida. Además reconocerlo me hace dar cuenta que dar un par de pasos atrás no estaría nada mal.
A eso se le llama miedo. ¿Miedo a qué? ¿y a quién? Habitamos en dos mundos, pero no tan diferentes. ¿No ves que sentimos cosas muy parecidas? Jajajajaja!!!
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