Sobre el terreno (email nº1)

(...)
El solo hecho de pensar que tu elegirías al tercero me tenia caliente, suponía que la idea te excitaba por esta complicidad que de cierta forma nos une.

Estaba empapada, deslizando mi dedo sobre el clítoris que cada vez aumentaba su recorrido y con ello el placer.

La curiosidad me puede, me pone, me altera. El simple hecho de imaginar que tu me guiaras por este camino me deja sin aliento y la posibilidad de llegar a ser tu elegida provoca reacciones inesperadas… leo, supongo, invento y sobretodo temo por que este, si no se elige bien puede ser un juego de lo mas peligroso.

Para entonces mi cuerpo estalla y demanda, mi fantasía no es suficiente, necesito dar un paso al frente y sentir en carne propia algo sutil pero contundente de lo que puedes hacerme sentir… es entonces que se me ocurre probar sobre el terreno, saborear ese tenue acercamiento que bordea los caminos por los cuales deseo que tu me lleves.

Ahora la humedad es inmensa, los movimientos de mis dedos gradualmente se agilizan, la necesidad se percibe en mi respiración entrecortada y con la imaginación logro saborear tu polla mientras mis manos me regalan mi primer orgasmo sustentado por la aspiración de ser todo aquello que te complazca.

Te deseo y te temo, juego a una sumisión aun descontrolada y rebelde como debe ser pero llena de voluntad y una sensualidad que desborda.
Gracias

Codiciosamente tuya
Yo.