15/12/09

Hablando en primera persona



No se por que a veces me cuesta tanto aceptar mi sumisión… Sin lugar a dudas, tengo un Amo responsable, que me cuida, me educa, me guía y deja que los limites se muevan naturalmente. El ritmo lo marca El, de eso pocas dudas me quedan pero no fuerza ni exige mas de lo que yo puedo dar en cada momento. Es amable, cariñoso y firme. Vaya… todo lo que una sumisa como yo puede desear de un Amo.

Aun así, una parte de mi se niega a ser feliz, a disfrutar de la magia que genera esta unión, a vivir por entero esta calma llena de nuevas emociones que un perfecto equilibrio entre constancia, estabilidad, disciplina, cuidados y “juegos” mantiene mi ser saciado. Con lo cual después de cada pataleo que nace, crece y estalla en mi interior, durando lo que dura un suspiro me deja deshecha por reconocer en el mi comportamiento casi infantil.

Como si buscara la quinta pata al gato, me doy cuenta de que a pesar de lo bien que me sienta dejar fluir la sumisa que hoy reconozco que siempre estuvo en mi, aun llevo en el equipaje prejuicios que pesan. Hoy hasta la lógica da la razón, en mi Amo colmo todas mis necesidades … no vivo la angustia de la espera por que El esta siempre presente, canalizo toda mi energía sin destino en las sesiones, me siento mimada y protegida, incluso me siento aliviada por saber que El marca el camino y los tiempos… ya no estoy a la deriva, El se ocupa de mi y yo soy feliz por brindarle mi entrega.

¿Entonces que es lo que falla? ¿Que es lo que me hace levantar la guardia como si me sintiera atacada? … y la respuesta es simple, al entregarme dependo y mi personalidad que siempre me ha exigido una autosuficiencia de la cual aquí no dispongo ni falta me hace, se siente desvalida. Lentamente comienzo a necesitarlo tanto como el aire que respiro, El esta en mi en cada segundo del día y termino confundiendo sumisión con fragilidad.


Así descubro que cuanto mas me cubro,mas
peso... y mas me adentro en mi sumisión.


Gracias mi Amo por la paciencia y el empeño que me dedica...
sin Usted hoy ya no soy.


2 comentarios:

  1. Afortunados ambos, que conocéis los riesgos y virtudes y, sobre todo, manejáis los tiempos y ritmos con el cuidado que merecen...

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  2. Cielo eso es lo mismo yo me estaba preguntando que pasara cuando baje la guardia totalmente , y te entregue mi corazon en una bandeja?

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