Hoy me levante cabreada, me pregunto que es lo que estoy haciendo por que a decir verdad, me siento una especie de Don Quijote en versión femenina peleando con grandes gigantes que no son mas que molinos de viento.
Tengo cuarenta y tres años, siempre sentí y viví mi vida sin la necesidad de un rotulo, siempre ame y me entregue según mis emociones así que me pregunto que cominos ando desperdiciando mi tiempo en este tira y afloja como si llevar un titulo cambiara algo en lo que doy y siento.
Que no soy sumisa pues vale, que para quien tuvo el placer de gozar de mi entrega lo soy pues genial… me he cansado de intentar mantener o no tanta fachada. Soy lo que ven, lo que leen y lo que algunos sienten… ¿Qué importancia tiene el nombre que lleve? ¿Es que acaso este es un concurso a la mejor sumisa?
Es que sinceramente no los entiendo… ¿y si invertimos la historia no podríamos pensar que el fallo esta en los Dominantes que no han logrado domarme? Yo no lo siento así. Salvo uno al cual hoy no le doy ni el honor de llamarlo Dominante, los otros dos y el que anda merodeando los alrededores puedo decir con orgullo que son Dominantes con mayúscula, negrita y subrayado, casi como los de la carta de arcilla a los Reyes Majos pero que los dos primeros, ante mis miedos de novata, mis necesidades puntuales que son parte de una intimidad que aquí no detallare y la rebeldía natural de cualquier persona confusa ante este sorprendente descubrimiento comprendieron que aun no era mi momento… y el tercero en cuestión es demasiado sincero consigo mismo para dar pasos a la ligera así que de forma mas o menos cercana vamos ambos, dando pasitos con pies de plomo, conscientes de que quizás tengamos que retroceder…
Pues eso, que me harte de posar para la foto, que no soy ni quiero ser nada salvo sum, la que camina a su ritmo, entrega lo que puede y desea tanto como todas que algún día llegue aquel que la complete.
Que ya esta bien...
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