Tengo por norma, a raíz de una simple cuestión de principios, no andar coleccionando blog ya que en ellos dejo las huellas de los pasos que voy dando y resulta poco consecuente con uno mismo, intentar hacer borrón y cuenta nueva cuando lo vivido no desaparece con el simple hecho de presionar “delete”… prefiero ser realista (dentro de lo que la subjetividad nos permite) y si me equivoco pues con la cabeza bien erguida, tener la dignidad de rectificar y aprender de ello que ir por ahí cambiando la fachada con la ilusión de creer que por un momento pasaremos desapercibidos olvidando que en este mundillo, como en cualquier otro, sea de poesía, punto y confección o cocina, casi siempre somos pocos y nos conocemos mucho.
Es por esta razón que he tardado lo suyo, ((teniendo en cuenta que soy una especie de coleccionista de letras)), en retomar mi habito del bla bla bla compulsivos… debido a ciertos hechos que al parecer a unos cuantos se nos han ido de las manos, necesitaba encontrar la forma de restringir la lectura de un tramo de mi transcurrir para no seguir alimentando hogueras que ya no calientan si no que mas bien quema y lastima pero yo borrar jamás así que encontrar la salida me ha costado un poquito.
El resultado es este, aquí empiezo un nuevo capitulo dejando el primero a disposición de aquel a quien le apetezca leerlo lo cual no es lo mismo que cotillear-lo asi que para ello será necesario darme un toque para que le de la llave... y ya que andamos de cambios, aprovecho para hacer otro mas pues por varias razones me parece el momento adecuado.
He aquí que hace un tiempo vengo pensando en ello pero supongo que cada cosa, si uno no se precipita o se obsesiona, tiene un ciclo natural y a pesar de mi apego dos hechos me dejan claro que es tiempo de definirme ya que el nombre es nuestra tarjeta de presentación, lleva con el o debería según mi parecer, rasgos de nuestra personalidad y por lo tanto tiene una gran importancia al menos para mi.
Es por esta razón que he tardado lo suyo, ((teniendo en cuenta que soy una especie de coleccionista de letras)), en retomar mi habito del bla bla bla compulsivos… debido a ciertos hechos que al parecer a unos cuantos se nos han ido de las manos, necesitaba encontrar la forma de restringir la lectura de un tramo de mi transcurrir para no seguir alimentando hogueras que ya no calientan si no que mas bien quema y lastima pero yo borrar jamás así que encontrar la salida me ha costado un poquito.
El resultado es este, aquí empiezo un nuevo capitulo dejando el primero a disposición de aquel a quien le apetezca leerlo lo cual no es lo mismo que cotillear-lo asi que para ello será necesario darme un toque para que le de la llave... y ya que andamos de cambios, aprovecho para hacer otro mas pues por varias razones me parece el momento adecuado.
He aquí que hace un tiempo vengo pensando en ello pero supongo que cada cosa, si uno no se precipita o se obsesiona, tiene un ciclo natural y a pesar de mi apego dos hechos me dejan claro que es tiempo de definirme ya que el nombre es nuestra tarjeta de presentación, lleva con el o debería según mi parecer, rasgos de nuestra personalidad y por lo tanto tiene una gran importancia al menos para mi.
Mi primer nombre nace en soledad, de la ignorancia y con sabiduría… y no, no es contradictorio, yo ignoraba su significado en la D/s pero lo elegí sabiamente por que abarcaba todo aquello que sentía en ese momento “sum” en latín es un verbo variable que puede significar ser, estar o parecer… pero bueno, no todos tienen por que saber latín pero si muchos saben que sum se usa como diminutivo de sumisa… y hoy, en verdad ya no me identifico ni con uno ni con otro así que después de tomarme mi tiempo, elegir a consciencia según mi forma de ser y de sentir...
(...) continuara
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