Hay dos motivos por los cuales
dejo a veces de escribir, o vivo mucho y escribo menos o mi vida es tan llana
que no hay nada que contar… de esta vez es el segundo que me aqueja, no hay
nada nuevo que contar. La vida sigue día tras día, un ritmo lento pero seguro
sin cambios en una rutina sin alteraciones.
Hasta podría decir que me aburro
pero ni siquiera, la recuperación es así… todo pasa lánguidamente como si el
tiempo no existiera. Frena proyectos, te estanca, te mata de a poco para
renovarte y en eso estoy.
Nada nuevo bajo el sol. La calma
todo lo invade y yo trato de adaptarme a
ella, es lo que toca y supongo que me hace bien.
No hay pasión en mi interior,
simplemente me dejo llevar. Desde que deje de amar con locura, se me fue la inspiración…
supongo que tendré que darme un tiempo, aprender a estar sola y esas cosas pero
todo es muy raro. Aprendí a vivir para y por él y ahora me siento algo perdida.
Soy positiva, estoy convencida que esto también pasara.
Cada cosa a su tiempo.
Claro que pasa preciosa, cuando piensas que has tirado la toalla que no va a volver a salir el sol Por donde menos lo esperas asoma un débil rayo. Ya lo verás y te leeré contarlo. Muacccckkkkk
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