Como el agua fluyo y fluyendo
acepto mi momento. No muero, entro en letargo para acomodar lo que haya que
acomodar… la vida tiene mucha facetas y
de otras me ocupo yo en este momento mientras la sumisa se sumerge en un sueño
suave y dulce.
Demasiado tiempo tarde en darme
cuenta que hay tiempo para todo y que cada cual tiene el suyo. Este parece que
es de introspección, de buscar en mí, de hacerme fuerte con mis propias energías.
Y no está mal, aprendo a acompañarme, a convivir conmigo misma sin necesidades
del otro. A auto gestionarme, a valorarme y a ser feliz como si se tratara de
un bebe que empieza a gatear… todo es nuevo y maravilloso y lo quiero
aprovechar. Soy libre y aprendo de ello.
Pero “soy” y eso no lo olvido.
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