18/9/09

1º Contacto con tacto


A ser sincera no son mas que diapositivas que pasan velozmente por mi cabeza. No logro recordar exactamente el orden de lo que nos aconteció pero si todos y cada uno de los segundo de la semana previa al primer contacto con tacto.

Un coctel de emociones embargo mi cuerpo, excitación, expectativas, miedos, ansias, deseos, fantasías, ideales… una mezcla explosiva que me mantuvo con la libido en auge y que no lograba menguar aunque mis manos se empeñaran en ello. No estoy muy segura del principal causante de tanto sentir pero la curiosidad mas sus palabras me mantuvieron a varios centímetros del suelo flotando como una adolescente.

Los últimos dos días de espera me empecé a cuestionar y puede que juzgar… así que de cien pase a casi cero sin escala restándole importancia y tratando de esquivar la sarta de emociones ya que al fin y al cabo solo era un polvo mas en esta etapa algo movida de mi vida

Pero el día pactado una vez mas entre en un estado de urgencia, necesitaba sentir, saber, confirmar… “El” previamente me había informado con mucha claridad de pequeños detalles a recordar. Palabra clave, mi nivel que era pura y exclusivamente el de curiosa y así seria tratada.

La primer imagen que tengo es la de abrirle la puerta semi desnuda, arrodillarme y con delicadeza sacarle su verga y chupársela con una mezcla de ternura, sensualidad y evidente placer. La siguiente es la de mis manos esposadas con los brazos extendidos hacia atrás, sus manos jugueteando entre mis piernas y mi corazón a punto de estallar. La secuencia sigue con el sabor del metal en mi boca, recuerdo haber lamido las esposas con los ojos vendados mientras su deleite consistía en torturarme con la ausencia de la “torturas” esperada lo cual hacia de la situación totalmente imprevisible ya que la escasa información y un torbellino de nuevos deseos internos ansiaban cada vez mas. Repaso risas, caricias, pequeñas palmadas en mis nalgas, su polla entre mis labios, alguna arcada por mi intención de devorarlo, sus dedos en mi coño húmedo y como los deslizaba hacia atrás, haciendo de mi culito una invitación mas que evidente. Puedo reinventar su polla entrando en mi ano con suavidad, el vai ven y su pelvis rozando mis nalgas, incluso un sutil dolor en alguna envestida que me permitió usar la palabra y comprobar que esta bastaba para que todo se detuviera. Aun se me erizan los pezones solo de recordarlos y mi excitación se renueva al encontrarme privada de masturbarme como suelo hacer habitualmente… vuelvo a saborear alguna palabra, nuestros gemidos y por fin su leche tibia dentro mío.


Después la calma, mis risas tímidas, su voz tranquila, mi inexplicable necesidad de inmortalizar el momento con una foto de espaldas para que mi cuerpo se pierda en el anonimato pero la imagen de mis manos inmovilizadas por unas preciosas esposas perdurara por siempre.


“El”, sin duda sabe lo que hace, me dejo con unas imbatibles ganas de ir a por mas y una vaga sensación de que n
o sera difícil de encontrar el caminos para que vuelva a por mas...


Lo se, “El” es el, mi elegido y este, a pasar de todos mis miedos es el momento…

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