¿Después de Ti?

Pues nada, a reconstruir el alma que quedo media fragmentada y a buscarse la vida que una vez despierta dudo que haya quien me duerma. La vida sigue y con ella mi perseverante curiosidad por descubrir el delicioso mundo que se me ha insinuado de Su mano.

Alguien me dijo que el primer Amo (que en nuestro caso seria Maestro) es como el primer amor, jamás se olvida y no necesito tiempo para confirmarlo. No quiero olvidar el corto pero para mi intenso camino que he recorrido a Su lado y muchísimo menos, la emoción que sentí al vivir mi primer entrega con una confianza absoluta.

Poco he avanzado en la práctica de lo que presiento pero es innegable que puse mi vida en Sus manos a ciegas, diluyendo los temores de toda una vida al tenerle presente. Ese es un merito que reconozco inmenso y suyo.

Me siento agradecida por que Usted me ha demostrado que esto es posible y melancólica por esta decisión forzada frente a la realidad de nuestros tiempos que no lograron el encaje que yo necesito.

Pero bueno, sola y despierta ha quedado esta sumisa que Usted sin esfuerzos saco de su letargo y ahora que la reconozco al mirar mi reflejo, no puedo mas que seguir adelante…

Gracias Señor por cada segundo que nos hemos regalado, en mi queda el buen sabor de cada instante y el deseo de que algún día ambos encontremos el par que nos complemente en todos los sentidos.

Solo yo, sum,
se cuanto me cuesta
dar este paso.
Adiós mi Señor.