Siento tanto que decir y tan pocas palabras para no confundir…
¿Cómo contar que he vuelto atrás sin describir de donde vengo o hasta donde pude llegar? …o que después de “el” mi alma ha vuelto a la retaguardia dejando al frente un cuerpo motivado por puro instinto y sin memoria como carne de cañón jugando al todo lo puedo sin consciencia de que nunca fue ni será así. Con lo cual no solo me repito si no que me multiplico y caigo en mi propia trampa olvidándome de mi…
Y desde afuera veo, veo y siento el caos entre mis manos repartiendo sin premeditación un poco de lo que recibí… un cuerpo caliente con un corazón de hielo aun mas temeroso pues ante cualquier golpe, por mas pequeño que este sea, condenado esta a fragmentarse en mil pedazos...
Si, lo veo... lo veo y lo siento vagando por los días sin mas metas que cuidar el alma y saciar sus miedos entre el placer y el dolor... sin fomentar lazos que invisibles igual la envuelven la involucran y la hacen participe del movimiento.
Enredándola en los hilos de destinos ajenos, ya no logra distinguir si es causa o consecuencia pero el pesar le llega… e igual no frena… ya por inercia sigue… la necesidad la lleva, el bienestar la retiene y su silencioso dolor la divide…
¿Cómo contar que he vuelto atrás sin describir de donde vengo o hasta donde pude llegar? …o que después de “el” mi alma ha vuelto a la retaguardia dejando al frente un cuerpo motivado por puro instinto y sin memoria como carne de cañón jugando al todo lo puedo sin consciencia de que nunca fue ni será así. Con lo cual no solo me repito si no que me multiplico y caigo en mi propia trampa olvidándome de mi…
Y desde afuera veo, veo y siento el caos entre mis manos repartiendo sin premeditación un poco de lo que recibí… un cuerpo caliente con un corazón de hielo aun mas temeroso pues ante cualquier golpe, por mas pequeño que este sea, condenado esta a fragmentarse en mil pedazos...
Si, lo veo... lo veo y lo siento vagando por los días sin mas metas que cuidar el alma y saciar sus miedos entre el placer y el dolor... sin fomentar lazos que invisibles igual la envuelven la involucran y la hacen participe del movimiento.
Enredándola en los hilos de destinos ajenos, ya no logra distinguir si es causa o consecuencia pero el pesar le llega… e igual no frena… ya por inercia sigue… la necesidad la lleva, el bienestar la retiene y su silencioso dolor la divide…
Después de un momento agitado, todas las piezas aparecen con un trasfondo de caos. Pero poco a poco el instinto y el tiempo vuelven a colocar las cosas importantes en su lugar. Llegará a tu interior el calor, lo esperes o no..
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