No dejo de pensar que a su lado me siento pequeña y esto me está matando…
Si hay algo que detesto más que depender es que se note y mucho me temo que lo llevo gravado en la mirada. Es ahí que me siento por momentos como una niña desvalida… me cuesta aceptar que lo necesito tanto como el aire que respiro y mucho mas, aceptar que puede que le guste.
Siento que agobio pero luego miro a mí alrededor y compruebo que esta necesidad es de lo más habitual… aquí depender está permitido y a mí me cuesta aceptar.
En esas ando hoy, rompiéndome el coco para entender que la sumisión te da derechos y obligaciones que difieren de tal manera de lo cotidiano que para mí, difícil resulta admitir.
Supongo que mi labor consiste en dejarme ir,
al final, ser como soy puede que sea el motivo por el cual
Él ocupa Su tiempo en sacar lo mejor de mí.
Pues, sí... es una sensación inicial que con el tiempo de hace común y además agradable cuando es el camino que se ha decidido andar.
ResponderEliminarSi estás bien sujeta de su mano, todo irá bien.
Poquito a poquito, paciencia y... la mejor energía positiva para ti!!!
Besitos!