Frente al espejo, con orgullo admiraba las marcas de una noche mágica sobre sus nalgas. Hacía ya demasiado tiempo que señales como aquellas no yacían sobre su piel junto al placer que estas señalaban… quizás la rutina, la costumbre, los temores a pasarse… quizás tantas cosas que se van perdiendo sin que uno ni siquiera se dé cuenta salvo cuando mágicamente se recuperan y eso fue exactamente lo que nos paso.
Salieron de paseo y después de una copa, en aquel ambiente propicio El le ordeno desnudarse, le entregara el cinturón que ella siempre que salía con El llevaba y acomodarse en el potro. Ella obedeció con una discreta pero visible sonrisa, se sentía feliz a sabiendas que El también lo era y espero…
Pronto llego el primer azote, era firme, rudo y contundente. Algo había cambiado. El segundo le dio la certeza, El se soltaría y haría de ella Suya como hacía tiempo no lo hacía. Azoto con fuerza su cuerpo y con la misma fuerza acaricio su alma… luego ordeno que se levantara y la amarro de unas muñequeras a unas cadenas en lo alto… siguió con palmadas y azotes, mordidas, pellizcos en nalgas, espalda y pechos… ella gemía de un placer nuevo, diferente mientras a través de un cristal algunas personas los observaban…
Se sorprendió extasiada. Por sus mejillas bajaban lagrimas de satisfacción… no era dolor lo que sentía, era el más bello y profundo placer que jamás había sentido… no había sexo y sin embargo esto era más grande que un orgasmo, mas inmenso, más penetrante. Tuvo la sensación de sentirse mas amada y deseada que nunca y a la vez casi mas entregada que en cualquier otra ocasión… casi como aquella lejana primera vez.
Salieron de paseo y después de una copa, en aquel ambiente propicio El le ordeno desnudarse, le entregara el cinturón que ella siempre que salía con El llevaba y acomodarse en el potro. Ella obedeció con una discreta pero visible sonrisa, se sentía feliz a sabiendas que El también lo era y espero…
Pronto llego el primer azote, era firme, rudo y contundente. Algo había cambiado. El segundo le dio la certeza, El se soltaría y haría de ella Suya como hacía tiempo no lo hacía. Azoto con fuerza su cuerpo y con la misma fuerza acaricio su alma… luego ordeno que se levantara y la amarro de unas muñequeras a unas cadenas en lo alto… siguió con palmadas y azotes, mordidas, pellizcos en nalgas, espalda y pechos… ella gemía de un placer nuevo, diferente mientras a través de un cristal algunas personas los observaban…
Se sorprendió extasiada. Por sus mejillas bajaban lagrimas de satisfacción… no era dolor lo que sentía, era el más bello y profundo placer que jamás había sentido… no había sexo y sin embargo esto era más grande que un orgasmo, mas inmenso, más penetrante. Tuvo la sensación de sentirse mas amada y deseada que nunca y a la vez casi mas entregada que en cualquier otra ocasión… casi como aquella lejana primera vez.
Mira con orgullo sus nalgas moradas y sonríe…
es y sabe que El tambie esta feliz.
Mi queria aigua, no sabes como me alegro de que porfin hayas encontrado a esa persona, que te hace crecer como mujer y como sumisa........sigue asi........mis respetos.
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