Tras las bambalinas a veces
siento unas tremendas ganas de morir luego como ahora suena el teléfono y es mi
ex contando las peripecias que ha hecho para ir a la radioterapia y sonrío avergonzada.
Eso de ser normal no sé yo si fue
apenas una ráfaga o que, duro demasiado poco aunque eso sí, estoy mas centrada
y las crisis son mas cortitas y llevaderas, duran apenas unos minutos. Tiempo
suficiente para que me desarme en lágrimas a escondidas del mundo y que hoy se
me da por contar.
Son pocos los momentos oscuros,
generalmente detonados por la realidad que me supera y me lleva a un estado de
angustia difícil de manejar. Esos sentimientos se maximizan en mi interior y es
cuando me desmorono… la fantasía no
ayuda ya que las salidas imaginarias suelen ser nefastas ya que las reales no están
en mi mano y menos cuando todo toma dimensiones increíblemente grande.
Por suerte, todo queda en nada,
tengo mucho que agradecer a mi doctora. Esta haciendo un buen trabajo conmigo,
el TLP mal asistido puede ser muy dañino física y/o emocionalmente.
En fin, que no todo es color de
rosas je je je, que voy aguantando pero tengo mis bajones como todos. Que lo
que me toca vivir es muy duro pero lo llevo bastante bien en mis condiciones y
aunque tenga algún tropezón sigo sintiéndome muy orgullosa de mi misma.
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