La tristeza se cuela por las
rendijas de mi alma, ya paso el temblor y ahora toca enfrentar la realidad dura
y cruda, es hora de bajar la medicación y empezar a construir lo nuevo sobre
las ruinas. Me he quedado sin mis tres pilares emocionales y eso es demasiado
para cualquiera. Confío en mi, saldré de esta también pero hoy me di cuenta que
me he quedado sola.
Reconocerlo no está mal, saber
con quién uno cuenta tan poco. Es época de llorar a mis muertos, liberarme del
dolor, hacer mis duelos y renacer cuando esté preparada.
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