Ni miedo, ni dudas, ni expectativas…
simplemente confío y me dejo llevar por Él.
A su lado me siento cómoda,
tranquila, segura… nada me puede desilusionar porque nada espero y lo que llega
para mí es un verdadero regalo.
Y es así que suceden las cosas
mas lindas, mas suaves y tiernas… en un fluir que desconocía y que solo me hace
bien.
A velocidad de crucero avanzamos
y con esa calma todo va sucediendo haciendo de mi una sumisa feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario