20/9/09

Metus

Hablo de miedos, despotrico como un caballo salvaje, metafórica imagen que veo cuando me miro. Si, un caballo rebelde que solo se deja montar por aquellos que la seducen y por lo tanto todo un reto para quien se proponga domesticarlo. Sin duda parte de mi encanto por que, aunque mantengo un cuerpo y un porte digno para mis pos cuarenta, los años se notan y una aprende a suplir lo que falta o lo que sobra con inteligencia y sensualidad…

Pero hablaba de mis miedos a los cuales hoy he dedicado tiempo para darles mil vueltas y observarlos con detenimiento y objetividad. Es así que encuentro la punta del hilo y lentamente tiro descubriendo que estos no provienen de lo que pueda ocurrir en función del otro si no más bien pura y casi exclusivamente de mís elecciones.

Preguntas tales como ¿Y si me gusta? ¿Y si no me elige?, ¿Cómo manejo yo el limite si este finalizara (casi con absoluta certeza) en la culminación del deseo del otro ya que excitar es lo que mas me excita? ¿Cómo romper con los tópicos paralelos que en mi ignorancia siguen la misma recta… maltrato y sumisión? ¿ Es esta una consecuencia de mi sumisión encubierta bajo el nombre de amor y que ahora elijo por que prefiero ser la promotora en lugar de la victima que me he sentido toda la vida? ¿O es acaso solo el aburrimiento sexual que me lleva a experimentar esta especie de cornisa?

Miles y miles de preguntas que esquivan la única realmente necesaria para seguir o plantarme… ¿Disfruto aquí y ahora de esta situación? Y la respuesta es simple y contundente: ¡Si!

Me gusta, me calienta, me intriga. Despierta todos mis sentidos haciendo de mi sexualidad un volcán en erupción y la verdad es que algo muy dentro mío me dice que puedo dar las vueltas que necesite pero...

“La función ya ha comenzado”
y “El”… "El" es el protagonista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario