Asimilando... (2º encuentro)

... se trajo como souvenirs
la marca de su mano en la nalga derecha,
y no es que le diera con fuerza si no que ella
es tan blanca como la luna redonda
que esta noche todo lo llena.

Hace mas de veinticuatro horas que tuve el segundo encuentro con mi Señor, segundo que en realidad es tercero por que en el primero no existía sum.

En el primero yo era yo y el un extraño concienzudamente elegido por un amigo para concretar mis fantasías, el segundo para mi era un simple y tremendamente excitante juego sin proyección adornado por lo que podría comparar con legendas urbanas pero he aquí que para este, las leyendas cobraron vida y la mía, con aroma a vainilla (como he descubierto que nos llaman) se desbarajusto.

“El” era real, la propuesta era real y mis ganas de seguir adelante aun lo eran mas…

El resultado fue una especie de pánico escénico, atrevida como siempre pero temblando como una hoja al viento incluso en la voz, marche hacia sus manos y este nuevo yo recién estrenado que seguía sus ordenes sin tener en cuenta nada mas… ahí estaba, sin ropa interior, sintiéndome muy sexi y como demostración de mi voluntad, mi reluciente collar ceñido a mi cuello, cubierto elegantemente por un pañuelo.

Al subir a su coche, le puse la mano en mi garganta y el sonrió al palpar bajo el pañuelo ese regalo extra fruto de mi voluntad. En el primer semáforo comprobó mi humedad y lo vi satisfecho mientras decía “perfecto”. Minutos después, en el estacionamiento observo a los lados y me solicito mi plug, lo saque de mi bolso, lo humedecí entre mis labios y al ponerme de lado, abrí mis nalgas con las manos y me lo metió con una suavidad infinita.

Una vez a solas protegidos por las cuatro paredes, me desnudo, me ordeno que me pusiera en posición de exhibición como me había enseñado en nuestras charlas por chat y le dedico a mi cuerpo una eternidad… luego bajo mis brazos, los cruzo en mi espalda y con una cuerda los ato y los unió a la argolla de mi collar dejándolos inmovilizados pero con un buen margen para que yo lo sintiera sin presión…

Las dos horas pasaron volando, jugamos, hablamos, reímos, le confesé que sentía una emoción desconocida que casi me llevo a las lagrimas… ¿miedo? ninguno pero me siento suya en cuerpo, alma y voluntad lo cual me llevo a un estado de profunda emoción.

Sigue investigando mi cuerpo y mis reacciones con una delicadeza que me asombra, la falta de costumbre hizo que soltara mis brazos un ratito después (al parecer tendré que ejercitar ciertos músculos jajaja). De vez en cuando tiraba suave pero firme de mi collar y dirigía mi cabeza hacia sus entrepiernas…
Por dios... ¡¡¡que delicia!!!!

Su mirada era de amante y a la vez demostraban su poder… creo que puedo sentirme agraciada por tenerlo como mi MAESTRO, es conscientemente suave y gradual, firme, paciente y refleja lo que siente sin miedo. Me desea y pone sentimientos en ello lo cual en su momento me confundió, no quiero un amante a tiempo parcial no es eso lo que mi instinto busca en el pero hablando y hablando ahora me siento tranquila, se que sabe lo que hace, pone mucho de su parte y me adiestra a un ritmo que me angustia pero evita que yo me asuste.

Mientras, yo temo demostrarle todo cuanto me inspira por recelo a que mi devoción lo ahuyente confundiéndola con amor… y ahora que lo pronuncio me doy cuenta que puede que ese sea mi deber en este “juego”, soltarme y ser entrega por que ya esta “El” para bajarme los humos si en ese momento no le apetece… a partir de ahora no pensare dos veces antes de dejar plasmado cada uno de mis impulsos de profunda devoción. Lo cual no es tarea fácil cuando la regla de la seducción siempre fueron ser el mejor de los estrategas cosa que por mi habitual transparencia nunca me ha salido muy bien pero la eterna consigna marca.

Me siento serena, completa y feliz…
gracias mi SEÑOR.