9/5/10

Cuatro razones...

¿Por qué el copio y pego?

  • Por que hace días que no sé qué contar, ya que lo que siento aún no encuentra las palabras adecuadas...
  • Porque a grandes rasgos, lo que ha salido ya está plasmado en Sumisas sin fronteras y por el parón, ahí nadie los cobija pero aquí al menos a mí me sirven "para no olvidar"...
  • Porque quien aquí llega desea compartir lo que me sucede y esto es parte del camino que hoy voy transitando....
  • y lamentablemente, porque este espacio mío es como una ayuda memoria para intentar no repetirme en lo que en verdad no vale ni siquiera el intento...

Tenía pensado hablar de otro tema… “¿Confianza a ciegas?... SÍ pero ¿hasta dónde?”… Dadas mis circunstancias personales creo que no es el momento… ¿Cómo puedo ser medianamente objetiva si he perdido la poca que me quedaba? Definitivamente, si ya llevaba unas cuantas acumuladas, ésta última me ha terminado de convencer… a mí y me da exactamente igual que ya sea por ser causa o ser efecto siempre me tocará perder, así que paso al planteo que pasa mi mente…

Existe la adicción a la cocaína, al tabaco, al chocolate, al sexo, al juego y a mil cosas más… Por lo tanto no sería de extrañar que también algunas personas sintieran cierta adicción por esa mezcla natural que produce nuestro organismo cuando está bajo los efectos de una sesión de BDSM… Es pensando en ello que me pregunto qué hacen para saciar esa necesidad las personas como yo, cuando deciden que no desean volver a involucrarse por una buena temporada… Me siento frágil y a la vez atrincherada en actitud autodefensiva, no es ni serán tiempos de entrega pero me conozco bien y sé que pronto mi cuerpo y mi mente reclamarán su dosis. Soy adicta a todo aquello que me gusta, a todo aquello que me hace bien y me descubro en una encrucijada.

Aquí se juzga muy rápido y que nadie se dé por aludido, que si para ejemplo basta un botón, conmigo ya nos vale. Me resultaba extremadamente chocante pensar en que l@s sumis@s podían entregar su cuerpo e incluso algo de su alma sin por ello comprometerse, y mucho menos en locales “siniestros” como imaginaba yo que serían los lugares de encuentros BDSM. Pues resulta que hoy, lo entiendo más que nunca… Que uno no tenga la suerte, la habilidad, la gracia o el momento de encontrar ese ÉL/ELLA al cual estamos predestinados, no implica que nuestros instintos queden sumidos en un eterno letargo como la bella durmiente y hoy por hoy con conocimiento de causa, puedo decir, no sólo que al menos el local que he tenido el placer de conocer es muy agradable si no que sin duda es el lugar más seguro que se pueda elegir para una cita esporádica… Ahí te recibirán con buen trato y simpatía, te cuidarán y si algo no funciona no tendrás que pasar por lo que más de un@ lamentablemente ha pasado en sus principios.


Así que no sé yo si la imagen que se da es la más guapa pero, sin duda, sí la más segura.


Besitos de aigua, helado de chocolate para tod@s, y gracias por la visita.


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