3/8/11

Angustia

Sentimiento que solo a veces, gracias a mi monstruo de las galletas ((TLP)) tiene la dimensión correcta para la situación. Es así que sin ton ni son me sobrecoge sin previo aviso y esto influye en mi, haciendo de los que más quiero diana de mis berrinches.

Me vuelvo desconfiada, obsesiva, me siento rechazada, abandonada y sé que no es así pero en ese instante estoy cegada… hago daño dañándome más aun ya que no logro frenar y sé lo que hago.

Es difícil convivir con este moustrito, le voy ganando batallas día a día pero para la guerra no tengo munición suficiente. Esto se transforma en el pez que se muerde la cola… ¿para que pelear si no le ganare jamás? Por momentos esa pregunta ocupa toda mi mente sin encontrar respuesta y juro que el dolor es inmenso, tan grande como la angustia sin sentido que me llevo hasta el.


Por suerte 
esta sensación es directamente proporcional 
a la intensidad y en un tres y no res 
vuelvo a mi estado natural.

1 comentario:

  1. Calculo lo jodido del tema pues he trabajado con niños diagnosticados con el transtorno, y la fortaleza y temple que se ha de tener en el día a día, ya siendo adultos, es de envidiar.
    Un abrazo a la distancia.

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