A veces la vida nos pone en situaciones muy difíciles de sostener sin elegir. Algunas veces esa elección es una ridícula fantasía ya que ambos caminos te llevan al mismo lugar… quizás la única diferencia sea que en uno intentas disimular y en el otro te desmoronas. Hablo del dolor, de las pretensiones propias, de lo que uno desea y lo que realmente hay… Hablo de necesidades propias y ajenas, de saber que nada cambiara por más que te quedes e insistas… A veces no puedo mas y me siento en el medio pensando que con suerte pasara un carterpile y acabará con mi indecisión y en ese instante sonrío mientras escribo, solo un milagro acabaria con ella...
así que mañana estaré otra vez
donde sé que debo estar.
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