Es lo que siento después de Su paso.
El me llena, me abre, me libera de todo, incluso de mi... azotando mi cuerpo, acariciado mi alma y completando cada rincón de mi ser... haciendo de mi, ligera y feliz
Me siento Suya no solo por elección, también por esta necesidad que crece en mi, soy sincera y enteramente Suya incluso por esa ráfaga de egoísmo que me hace humana .
Suya por amor, por devoción, porque a la hora de elegir por donde seguir, sigo aquí y por que estoy convencida de que así debe ser.
Ligera y serena,
a Sus pies
soy feliz.
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