Aun estremezco al recordar sus
manos sobre mi piel despertando cada rincón de esta y mi ser aletargado por
tanto tiempo de inactividad… la sumisa que nunca deje de ser festeja entre
cosquilleos estomacales y placentera entrega el recuerdo de nuestra primer sesión.
Nalgas y pechos agradecen el vai
ven de una fusta firme, que hurga dejando a su paso una estela rosada… todo mi
cuerpo se aferra a esos momentos de delicia infinita, entre suspiros y quejidos
involuntarios me regocijo de goce, mi cuerpo responde al suyo y es una bendición.
Todo es nuevo para ambos y nos
vamos descubriendo lentamente, gustos, limites, cuerpos, alma… todo es una
aventura llena de emoción la cual deseo continuar disfrutando.
Y luego la calma, la paz, la
palabra…
Esto sin duda va creciendo y yo
no pienso hacer nada para frenarlo, es que cuando te tocan el alma no hay nada
que hacer.
Preciosas palabras creo que inmejorables para describir un momento como ese.
ResponderEliminarYo lo he vivido en mis propias carnes y no he encontrado palabras para poder describirlo.
Como tu dices son caricias que llegan al alma.
Es entrega, compromiso, dedicación, amor...
No creo que haya mejor definición que esa.
Bravo por ti!!
Soy nueva por aqui pero espero que no sigas deleitando con tus palabras.
Nos leemeos!!